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SOÑANDO CON HADAS

Detrás del horizonte

Detrás del horizonte


 Acababa de asomar el sol, en un cielo que parecía ansioso por jugar con él, entre jirones  de  nubes blancas.

Sus ojos se perdían en un horizonte que había quedado por delante del final de su mirada, casi siempre era así, desde niña sus ojos eran capaces de correr por detrás del horizonte, como si pudiesen sacarla del trozo de mundo que le había tocado vivir, como si la parsimonia de la rutina no carcomiera su alma con el eterno plagio del día a día.

Pero aquella mañana era distinta, aunque el café y sus legañas fuesen como las de siempre, en un rincón de la cocina, ajena a su contenido, permanecía su vieja maleta.

Esa maltrecha maleta, cansada de ser arrastrada cada verano,  por andenes que jamás la llevaban más allá de un lugar, pero incapaz de traspasar horizontes.

 Después de tantos años queriendo huir de su vida, ahora que por fin, casi lo había conseguido, se daba cuenta de que uno no puede escapar de su destino.

De pié en el anden, con el corazón derribado por el peso de los sueños rotos, pero con la esperanza de los que no se rinden, sujetando una  maleta , como si ella pudiese llevarla a la salvación , tuvo la certeza de que su vida estaba repleta de horizontes que que tal vez oscurecieran y que nunca valoró lo suficiente.

El tren la mecía dulcemente, como si quisiera protegerla  antes de enfrentarse a la realidad, de una sala de Quimioterapia.

Conectada a un gotero, en una habitación decorada para parecer amable, empezó una batalla con sus ojos corriendo detrás del horizonte. 


Evaglauca 



Un antiguo proverbio Chino dice que :

Los maestros abren la puerta,
pero eres tú
quien debe atravesarla.

No podría estar más de acuerdo, con las palabras de los antiguos Chinos. Que suerte he tenido con mis maestros, tanto los que abrieron las puertas del cielo como las del Hades- y que sensación de vértigo da atravesarlas y ser consciente de haber elegido la puerta que siempre has estado buscando.

Evaglauca


No sabía el ¿ por qué?, ni el ¿cómo?, pero de pronto las ganas de escribir se esfumaron hacia el infinito, al principio no echó de menos hilvanar retazos de sueños, con algún pespunte de realidad, estaba enzarzada en vivir, llevaba tanto tiempo sobreviviendo, que no le hizo ascos a las risas bajo lunas plateadas.



Pero cuando se lleva una vida pintando paisajes, con letras  color realidad simulada, tarde o temprano, por bien que esté todo, la nostalgia te tiende una emboscada  y aunque la desgracia ya no sea fuente de inspiración,  eran muchas las tardes que las letras consolaron su corazón de trapo.



Tal vez, no logre encontrar jamás la fórmula alquímica que transforma un relato, en la esencia capaz de conmover el alma de otro ser humano, aunque se conformaría, con que alguna de sus historias invitase al lector a navegar entre la ternura y la curiosidad.



Evaglauca

Hasta siempre José Luis de Sampedro

Hasta siempre José Luis de Sampedro

Se ha ido de modo sencillo y solemne como intuyo que era él,
 y digo intuyo porque solo lo conocí por
sus letras y entrevistas.



La magia de la vida me brindó el privilegio de poderlo
saludar, un día en el vestíbulo de un hotel en Barcelona, es un recuerdo breve,
pero no lo olvidaré mientras viva.



Hoy las Sirenas de ojos glaucos lloran su ausencia en un
mar, que parece un poco más huérfano, un poco más frío, un poco más gris.



Hasta siempre maestro, el mundo siempre anda falto de seres
humanos como vos, pero la eternidad reclama siempre su tributo.



 



Evaglauca

Tal vez y solo tal vez, se vive tan deprisa que no se le puede dar importancia a lo que nos hace soñar, suspirar o quizás nos da la fuerza para una lucha que quizás ni si
quiera hemos elegido.

Como se defiende una bandera que no queremos enarbolar, porque defender unos colores, cuando queremos disfrutar de todos, porque elegir un bando cuando no sabemos dónde está la frontera. ¿Quién inventaría las fronteras? Siempre he pensado que debía ser alguien que las llevaba todas dentro, pero hizo escuela y ahora nos movemos por límites, fronteras, bandos, equipos. Sería tan fácil no ser de nada ni de
nadie, como dice la canción de Amancio Prada, … ni tuya siquiera.

La aventura de vivir no debería estar marcada por unas reglas, que ni siquiera los que nos las enseñan han entendido jamás, pero que defienden porque no supieron cuestionarse a tiempo si querían hacerlo. 

El viento sopla, sin preguntarse en qué lugar de la rosa de los vientos van a colocarlo, sopla se llame Elíseo, gregal o… el viento es viento, frio si es del norte y cálido si
es del sur.

Tal vez y solo tal vez, estos diez minutos que he dedicado a escribir estas cuatro líneas,
mientras unas notas musicales se pasean entre los auriculares y mi alma me han
aportado por hoy, toda la libertad que necesitaba para sentirme yo.

Evaglauca



 



Sus ojos parecían viajar tras la línea naranja que delimitaba el cielo y el mar, pero eran sus recuerdos los que habían decidido traspasar la barrera de tiempo, acurrucándose junto a su corazón, desplegando un abanico de niñez, risas, música, color, y olor…olor,
casi podía oler como su mamma  en la cocina amasaba la pizza mientras cantaba. Siempre cantaba la mamma, a pesar de no tener más que lo justo, parecía no importarle la roña acumulada por las paredes, ni la impertinencia de la casera siempre reclamado el alquiler, tenía la impresión de que nada le importaba hasta que aparecía, el papa y la llamaba la sua cara bambolina, entonces el tiempo se detenía por unos eternos instantes, y a ella le parecía estar viendo una película, como las que ponían los sábados por la tarde en el cine de la plaza.

La marea había tomado parte de la playa y el agua empezó a bañar sus pies, lo que la trajo a la realidad, que cruzó por su mirada como un rayo glacial, pero ni todo el hielo de este mundo podía enfriar la calidez de unos recuerdos que siempre la mantenían feliz, por mucho tiempo que hubiese transcurrido, por mucho que la guerra se llevase al papa y le robará la sonrisa y las canciones a la mamma, la forma de mirarse de sus padres se le quedó bordada en el alma.

-Nonna, nonna, que se hace tarde y me pierdo los dibujos

-Ya voy, ya voy  mia cara bambolina, no te preocupes que llegaremos a tiempo.


Evaglauca


 



 

Bienvenido 2013

Bienvenido 2013

Miles de rituales flotaban anoche en el aire, miles de deseos formulados con los ojos abiertos, cerrados, con el corazón en un puño,con convicción,  con devoción, otros por tradición, para despedir un año, que bueno o malo, ya nos ha marcado el contador de nuestra vida.


Energía concentrada para  que nuestros anhelos se vean recompensados con un poco de fortuna, deseos de conservar la salud para que nos de fuerza para conseguir metas que en el pasado no hemos alcanzado.

Ya que este año he tenido la fortuna de empezarlo, sana , con trabajo, y alguien que saca a la pista de baile a mi corazón.... a riesgo de  no ser ingrata con el destino , decidí darle la bienvenida a un dos mil trece , que a pesar de la mala prensa a la que está siendo sometido,   me he atrevido pedirle una cosa, que me de la capacidad de poder apreciar todo y todos los que me rodean y forman parte de mi universo.

Evaglauca 


La niña que me habita ha decidido remover en el pasado. En estas fechas mis recuerdos  se vuelven traviesos y saltarines en el tiempo.

Hoy me han cogido de la mano  llevándome a  la Navidad, donde escuche  por primera vez el cuento de La cerillera, de uno de los hombres que más me ha hecho llorar en la vida,  Hans Christian Andersen  (cómo era capaz de destilar la tristeza en cuentos preciosos, y tristes).

Recuerdo con una nitidez que casi duele,  el tremendo sofocón que me llevé, viendo a la
pequeña mendigar unas migas de caridad, mientras los demás se encerraban en su confort, dejándola morir de hambre, soledad y frío.

Desde entonces las Navidades  eran agridulces, puesto que siempre que me lo
pasaba de fábula, cantando villancicos con mis primos, tíos, abuelos, padres y
hermana, pensaba en esas almas, que como la pequeña cerillera sufrían, frío,
hambre, desamparo, soledad….

He pasado bastantes Navidades, unas mejores que otras, puesto que las ausencias se clavan en el corazón, cuando se hacen evidentes en torno a  una mesa puesta para Noche Buena.

La niña que me habita ha decido remover mi conciencia, buscando  el primer recuerdo, donde se dio cuenta de   que no todo brilla en estas fechas, y que cada día hay más cerilleras, más consumismo y menos Navidad.

Aunque esa misma pequeña siempre se ha revelado, ante la falta de esperanza, y desánimo, por eso siempre, siempre , siempre, cierra los ojos…..y pide un deseo en Navidad.

QUE TODO EL MUNDO PUEDA SENTIR LA NAVIDAD.


Evaglauca

Si hay algo que me conmueve, es un niño con la mirada desteñida de vejez, fruto de un destino atroz.
Desearía que en u día como hoy, la sonrisa fuese el postre de todos esos peques, que son demasiado niños como para digerir otra cosa, aunque un buen bol de natillas seguramente les aportaría ese aplomo que ofrece un estómago lleno.

A veces vivir en la cara buena del mundo, distorsiona tanto la realidad que hace que desee cosas tan poco prácticas como sonrisas, en vez de comida y posibilidades de crecer, en un entorno que les vuelva a pintar su carita de luz y niñez.


Feliz Día Universal del Niño, a todos los que tienen la suerte de poderlo disfrutar, y aquellos que nunca sabrán el verdadero significado de la palabra NIÑEZ.

Evaglauca

Se sentía tan dichosa, que apenas podía dar crédito y eso la inquietaba, de un modo extraño. Recordaba cuando de niña, adoraba un juguete y este era siempre el primero en romperse, perderse o ensuciarse, como imaginación era algo de lo que no iba escasa, llegó a desarrollar toda una teoría que acabó por llamar, la maldición de mis cosas favoritas.
Temerosa de encapricharse demasiado de algún objeto por miedo a perderlo, pasó una temporada intentando de un modo totalmente inútil cogerle un cariño especial, a cualquier objeto, animal o persona, por miedo a que su supuesta maldición acabase con ellos.
He dicho de un modo totalmente inútil, porque era incapaz de permanecer impasible, ante aquello que le llamaba la atención, y menos aún no cogerle algún tipo de apego o cariño , así que se acostumbró a disfrutar de un modo agridulce de todo aquello que amaba.
Con el paso del tiempo se olvidó de su particular maldición y aprendió a disfrutar de las cosas mientras duraban. Pero el otro día cayó en la cuenta de lo feliz que era, de la dicha que le producía pasear de su mano, sumergirse en sus ojos marrones de niño triste, surfear por la arena de su piel, soñar en un mañana, sin pensar en el pasado, y entonces como una chispa inoportuna, le vino a la mente la maldición, y se dejó invadir por el miedo, ese que siempre espera la ocasión para robar el oxigeno a los sueños.
Pero esta vez el miedo no tubo poder para robar el aire a sus sentimientos, porque por una vez estaba segura, de que prefería perderse a perderlo, que sus besos le daban las fuerzas que nunca había tenido para enfrentarse a todos sus porqués, que el amor que corría por sus venas le daría el valor para permitirse el lujo de ser feliz, desterrando maldiciones, dudas y miedos.


Evaglauca


 

Las hojas secas empezaban a vestir de marrón el parque, anunciando que un difunto verano, daría a luz a un tímido otoño vestido de hojarasca, que daba sus primeros pasos por el parque que cruzaba la ciudad, otorgándole un soplo de aire a una urbe casi asfixiada por el gris de una polución imprecisa pero densa.



A un extremo del balancín estaba Iago apenas pesaba la mitad que su hermano mayor,
así que luchaba porque sus pies tocasen suelo , concentrando toda su energía en los botes que casi frenéticos intentaban alzar sin mucho éxito a un Pablo que imitando la microfonía de unos grandes almacenes, decía con voz chillona


-Señoras y señores hoy serviremos en el parque filete de bacalao.

-Tu si que eres un bacalao, un bacalao, un idiota y.... un ballenato, déjame bajar, que me duelen las piernas de estar aquí arriba.



Pablo no tenía ninguna intención de bajar de su prisión de aire, a su hermano pequeño, pero una sola mirada de su madre, fue más que suficiente para firmar la paz, que volvería a romperse en cualquier momento en el que el ejercito de salvación bajase la
guardia.



Esta y otras historias anónimas eran la banda sonora de un tímido otoño, que con el paso de los días desnudaría los arboles, abandonando su timidez para brillar con todo su esplendor ocre y naranja.



 



Evaglauca



 







Han pasado solo  unos días desde que ha vuelto, todavía tiene frescos en su memoria los recuerdos de un periodo estival bañado en naranjas, tostados, ocres, lilas, verdes, azules….tan intensos, como las emociones y los latidos que se le aceleran,  con el solo hecho de recordar esos días.

Hace tanto tiempo que no sentía esa alegría, le recuerda cuando tenía diez o doce años y  soñaba con escaparse en un circo, para ir  trotando por el mundo, haciendo funambulismo o colgándose en un trapecio, le fascinaba el jefe de pista presentando las actuaciones, creando esa magia y los payasos lanzando burbujas de carcajadas al aire ……Ahora a veces la vida se le antoja como ese circo, haciendo malabares para llegar a todo, o caminando por el alambre de la incertidumbre de un futuro laboral incierto, viendo jefes sin pista y payasos que lanzan burbujas de desatino.Pero con el alma repleta de jubilo, porque aunque las filigranas sean difíciles y el equilibrio le falle, una red hecha de miradas cómplices, sonrisas,caricias, abrazos , besos, susurros, fe, confianza y amor  la protegerá de cualquier caída,  además se sabe segura en manos de su trapecista.

Evaglauca





Vacaciones, ese tempo para estirar el tiempo,  dilatarlo en  relojes blandos, disfrutar de todos y cada uno de los segundos del día con la total inconsciencia de lo efímero.

Después de un año bajo la tiranía del despertador,  la obediencia a los horarios, nadando entre lo que se ve y buceando para tomar aire en las olas de los sueños,para amortiguar la realidad. Las vacaciones otorgan la distancia necesaria para que la esencia de lo importante, no se diluya entre todo lo que tiene que ser….

….Pero este año, este año vino con regalo, con  estrella, con luz, de esa que disipa nieblas y ahuyenta  miedos, de los que te sacan a bailar y te besan en la boca, de esos regalos que no se pueden pagar porque no tienen precio, porque su valor se mide en risas, versos, cantos, caricias, felicidad y se viven con la total inconsciencia del paso del tiempo.




Evaglauca






Adiós Sacha
Hoy te has ido, has esperado a que llegase….tus ojos verdes me han dicho adiós, después tu alma te ha dejado envuelta en una mantita que será tu sudario.
Tras dieciséis años, de ronroneos, juegos, y esa forma tan tuya de hacerte entender, hoy mi regazo te echa de menos.
Gracias compañera, por todos los recuerdos que has bordado en mi alma, descansa en paz pequeña, siempre anidaras en ese lugar donde se cobijan todas las emociones que mi corazón destila convirtiendo en recuerdos que me acompañaran siempre.

Sacha (agosto 1996-julio 2012)

Evaglauca



Su corazón dio un vuelco, su estomago se revolvió y su cabeza empezó a dar vueltas
y vueltas.

¿Cómo es posible?

¿En que clase de mundo habita?

¿Por qué no puede hacer nada, excepto quedarse quieta  haciéndose preguntas?

…..mil preguntas más tarde su cabeza está extenuada, su corazón desolado y sus retinas no pueden olvidar ,a un niño de trece años Kalashnikov en mano, en estado de pánico  y bloqueado por la muerte de un amigo, al que llama Agmed , con la infantil esperanza de que despierte de un sueño,  que será eterno , muerte que tal vez le haya liberado de la pesadilla de tener ,trece o catorce o quince años  y defender a golpe de fusil unas ideas, que no entraré a juzgar, pero que permiten que en sus filas  militen niños .

 Mientras en su tierra , los niños de trece años caen en depresiones por no tener una blakberry de última generación, o porque no han batido records en el Facebook  de amigos.

Pero quién será ella para escandalizarse por una imagen del televisor, mientras vive en la cara buena del mundo. Da gracias al destino que le permite  criar a sus hijos en un país donde la supervivencia se limita a llegar a fin de mes.

Evaglauca





Cuando se tiene el alma inquieta, a veces parar, hacer un alto en el camino, lejos de relajar, da una sensación de vértigo inmensa, porque entonces todo alrededor cobra vida, y se mueve a una velocidad que no se puede controlar.


Dejarse llevar por la corriente sin plantar cara, correr rio abajo, entre el agua cristalina y fresca, disfrutar del viaje desde el interior del corazón, por el cauce de un destino juguetón y sorprendente, permitiéndose ser hoja, piedra, o tronco, corriendo entre torrentes de un agua, que en otro tiempo fue salada y las nubes devolvieron dulce, a un rio que parece querer atravesar montañas, valles y bosques.


Bosques, bosques de palabras, de susurros, versos y besos, bosques de emociones y sensaciones que hibernaban sin querer despertar en primavera, y que la vida con su altivez ganada a golpe de eternidad ha despertado, porque no hay tregua cuando se tiene el alma inquieta y la vida te besa en la boca.


Evaglauca


 

 

Era el día, hoy se iniciaba el tránsito, Venus, ese que corría por su imaginación
estelar y regía muchos de sus sueños de primavera, se alineaba con el sol.


Nadie sospechaba nada, a veces podía parecer un poco tarambana, tanto mirar al cielo y quedarse en nortada,  aunque los que la conocían, no se lo tenían en cuenta,  porque su forma de ver el mundo, contagiaba una alegría  sincera ocultando  una melancolía que rara vez se dejaba ver.

Su piel estaba salpicada por millones de pecas, ella bromeaba diciendo que era un mapa del firmamento que señalaba  el camino a un universo paralelo.

Desde que tenía memoria,  cada vez que  había un eclipse, se acercaba un cometa o se producía algún tipo de fenómeno cósmico, algunas de aquellas manchas que habitaban en su piel, se volvían más oscuras e incluso se abultaban un poco.

Pero hoy, hoy especialmente notaba todas y cada una de sus pecas,  al principio no le  dio mucha importancia, pero a lo largo del día empezó a notar como quemaban. Preparó un baño con sales, y unas velas para relajarse y se puso su música favorita.

 

En la bañera empezó a sentirse ligera…ligera…..casi volátil….y empezó su ascenso a
las estrellas, camino a Venus la que siempre había sido su tierra.

 

La autopsia reveló que había sido una muerte súbita, su corazón dejó de latir hacia
las cinco de la mañana, justo en el momento del transito de Venus, a lo que nunca encontraron explicación fue a la desaparición en su piel de todas sus pecas.

Evaglauca 

Para ver el tránsito de Venus en directo http://sunearthday.nasa.gov/transitofvenus/



 





A veces la nada más absoluta, esconde el Todo más insospechado, ese infinito finito que se nos escapa de los dedos, porque la eternidad rara vez dura más de una vida, y se deja capturar en muy pocas miradas.

Evaglauca



A veces los gestos más pequeños están llenos de magia,
la forma en que desvía la mirada,
como se pasa la mano por la barbilla
del modo en que coge aire para decir las cosas importantes
.....tal vez las pequeñas cosas son las que hacen grandes
aquellos a quien queremos.

Evaglauca

Ron, ron, ron y una botella de ron....







Tenía pocos años cuando descubrió que nunca se puede alcanzar el horizonte. Le costó una carrera muy pero que muy larga, y al final acabo rindiéndose a la evidencia, aunque no conforme con esa primera derrota, decidió que se haría pirata, se enrolaría en un barco y cantaría aquello de “ron, ron, ron y una botella de ron…..” aunque al principio le daba un poco de miedo el mundo de la piratería , puesto que por toda referencia tenía todo lo que brotaba de las páginas del libro de la Isla del Tesoro. Enseguida le pudo la curiosidad, y se lanzo a surcar con su imaginación los siete mares…La marea del tiempo le hizo olvidar sus mapas del tesoro, garfios, parches, catalejos, y los sustituyó por otros proyectos tierra adentro, aunque siempre guardó un poco de brisa en sus bolsillos.


Fue años más tarde, cuando en un improvisado mar de sabanas azules, y ante unos ojos infantiles atónitos, en medio de una batalla entre Armand el Terrible, y Mamá la Corsaria , la brisa se escapó de su bolsillo para recordarle que aún tenía alma de pirata.


Evaglauca