SED
Sus miradas se encontraron por primera vez, una voraz luna llena de un frio febrero de 1800 en el puerto de Nueva Orleans.
El bullicio, los olores, los claroscuros y la sed, esa sed que empujaba cada uno de sus impulsos a conseguir ese tibio y dulce veneno de terciopelo viscoso, sin el que no podía existir, porque vivir hacía demasiado tiempo que había dejado de hacerlo.
No obtuvo ningún tipo de resistencia, se dejó acompañar, lavar y perfumar. El olor a menta inundaba la estancia convenientemente iluminada con velas de diferentes tamaños para la ocasión.
No hizo falta el láudano que habitualmente suministraba a sus victimas.
-No voy a oponer ningún tipo de resistencia, te espero desde hace mucho tiempo, siempre he sabido que serias tú mi ángel negro, así que no dudes y acaba con esto, de ese modo lento y dulce con que nos apartas de nuestra triste existencia.
L a duda, la curiosidad y la furia se apoderaron de un modo rápido y eficaz de su estado de ánimo.
-Maldita tramposa, no te había visto en la vida ¿Cómo te atreves a decir que me estabas esperando?.
-Acabaste con la vida de la única familia que me quedaba. Tenía seis años cuando le arrebataste a mi madre su pobre y miserable vida, tu sed era tan poderosa que no reparaste en la pobre niña andrajosa que se escondía debajo de la mesa.
Sus ojos de rubí líquido parecieron agrandarse por un instante al recordar una mirada de color violeta que lejos de mostrar terror parecía aliviada al ver el fin a todos sus sufrimientos.
-No dudes, desde aquel día te he buscado por cada esquina en cada lugar, me debes una muerte tranquila y plácida como la que le regalaste a mamá, no quiero ni puedo seguir arrastrando harapos y miseria a lo largo de una penosa vida.
Sus miradas se encontraron por primera y última vez una voraz luna llena de un frío febrero de 1800 en el puerto de Nueva Orleans.
Evaglauca
6 comentarios
Evaglauca -
Un beso
rafaela -
Evaglauca -
Un abrazo ;)
Gata -
Te ha quedado genial ;)
Un besito!
evaglauca -
goy -