Blogia
SOÑANDO CON HADAS

 

 

En un lugar lejano entre la bruma de lo imposible y lo imaginable, se hallaba el reino de Tärr, un lugar tranquilo, rodeado de aldeas, con un rio que les daba a todos sus habitantes aquello que necesitaban, frondosos bosques, un lago cristalino  y un castillo que presidia todo el paisaje.

Entre sus muchos habitantes, se encontraba Eduard, un muchacho robusto, con ojos de color miel, una sonrisa picara, y el corazón noble y valiente como el de un Dragón. Eduard era el hijo del herrero y la modista de la reina.

Dos calles más abajo vivía Oleguer, el hijo de un caballero y una dama venida de las tierras altas. Oleguer era alto, fuerte, vital y risueño.

Ambos muchachos eran amigos desde niños, y pasaban los días trabajando y  jugando a ser cazadores, soldados, e incluso paladines del reino.

Una tarde unos gritos provenientes de la orilla del lago,  llamaron la atención de los muchachos, ambos emprendieron una loca carrera hasta llegar al lugar donde procedían. En medio del lago helado se hallaba la hija del molinero a punto de morir ahogada. Eduard y Oleguer se lanzaron en su ayuda, pero sus ropas mojadas y frías hacían que su avance fuese penosamente lento y doloroso, a mitad del rescate Oleguer temiendo por su propia vida se retiró. Eduard a duras penas llegó a su objetivo, y con muchas penurias, cuando casi estaban a punto de morir ahogados alcanzaron la orilla medio muertos de frío y cansancio.

Oleguer se apresuró a hacer un fuego para calentarse, y calentar a su amigo y a la molinera, que agradecieron  el gesto. Cuando un poco más tarde Oleguer quiso disculparse ante su amigo, por abandonar a la mitad, este le dijo, que no era necesario y que de no ser por el fuego probablemente los tres habrían muerto helados.

Pasaron los años y los dos niños se hicieron hombres, y ambos sirvieron a su rey, siempre fueron amigos a sabiendas de que podían confiar en uno en el otro.

Evaglauca

Siempre he pensado que en esta vida, no solo nuestras decisiones marcan nuestro carácter, la forma de ver a los demás también es parte de él.

3 comentarios

Gata Negra -

Sabes? Una vez leí no se donde, que el subconsciente ya sabe de antemano lo que va a ocurrir, y leyendo tu relato, pensaba que quizás sea él el que nos haga tomar decisiones, haciendonos sentir miedo p.ej. para que aunque nos parezcan erroneas, sean en realidad las correctas.

Que lio :S

evaglauca -

Ahora que lo dices, llevas razón.
;)

Gata Negra -

a mi me ha hecho pensar que aunque a veces pensemos que hemos tomado una decisión erronea o influenciados por el miedo o la cobardía, no siempre es así. A veces tomamos decisiones sin saber porqué o arrepintiendonos y luego resulta haber sido lo mejor que podíamos haber hecho.

:)