Sus padres lo llamaron Enzo.
El destino con un guiño sarcástico, le otorgo unos ojos azul claro diluido, una piel blanca como el papel, y una pasión desmedida por el mar.
Su madre no tardó en darse cuenta, que solo dormía a pierna suelta, cuando la ventana estaba abierta dejando entrar la suave caricia de la brisa y la melodía de las olas.
Una vez se acostumbró a esquivar las miradas de reojo, los quilos de protección solar y las gafas de sol, su felicidad fue casi aceptable, hasta que ganó la batalla a los miedos de sus padres, a las quemaduras y a los prejuicios de la ignorancia, para entonces fue completa.
Cuando se adentraba en el agua, con su tabla bajo el brazo, enfundado en el neopreno, sus gafas especiales que libraban a sus ojos de un dolor intenso, se olvidaba del mundo, y al mundo le daba igual que hubiese nacido albino.
Evaglauca
6 comentarios
noah -
noah -
Yo solo conozco un Enzo, Enzo ferrari, el de f1 :-)
Un abrazo
Evaglauca -
Gata; definitivamente no es el mismo Enzo, porque no conozco ninguno, descubrí el nombre, un día de playa cuando una madre llamaba a su hijo,(que no era albino) ;) .
Un abrazo y que paseis un buen fin de semana.
Gata -
Gata Negra -
Que entrañable eres Eva, me encantas :)
noah -
Un abrazo