La vida es extraña, para unos más que para otros, absorta en esos pensamientos andaba cuando le llamó la tención un hombrecillo calvo y sin camisa, que se aproximaba al puesto de la ONCE de delante de su casa, (Osti .. como anda el patio) pero lo que más le chocó, es que empezó a trastear en el buzón donde se depositan los boletos no premiados, hasta que pudo sacarlos todos, dejando trozos esparcidos por el suelo y el resto se los llevó afanosamente deteniéndose enfrente del container. Observó minuciosamente uno a uno y los fue lanzando al contenedor verde, hasta que no quedó ninguno, cerró la tapa, se metió en un Ibiza, y se fue.
La verdad, es que no sabía que pensar, aunque se dijo que tal vez el pobre hombrecillo en Top less, era un ludópata, que había perdido hasta la camisa jugando una partida de cartas, que en la timba, alguien le dijo que el número premiado de esa noche había tocado en su ciudad y acaba en 5, que un sudor frío le recorrió el cuerpo, y una voz interior le dijo que fuese a buscar el boleto que dió por no premiado tirando así el premio de su vida.
La vida es extraña, para unos más que para otros, pensó mientras imaginaba otra razón a lo que había visto y seguía tendiendo la ropa en el balcón a altas horas de la noche.
Evaglauca
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