Llevaba tanto tiempo dejándose llevar por la corriente, que
el día que quiso remontar el río le flaquearon las fuerzas, la corriente era fría
y helaba su cuerpo, pero no se rindió,
paró en la orilla el tiempo suficiente para recobrar fuerzas y entrenar todos
sus sentidos.
El cielo lucía sus mejores galas en azul y naranja cuando la
encontró, extenuada y medio muerta a la orilla del rio.
Mientras volvía en sí escuchó unas palabras que marcarían el
inicio de todos sus principios
-No te preocupes, ya estás a salvo.
Evaglauca
4 comentarios
jessica andrea -
yekita yelita -
Evaglauca -
Gata Negra -