Blogia
SOÑANDO CON HADAS

En una noche de luna nueva, sus ojos se abrieron por primera vez, bajo el signo del fuego.

Si bien fue creada por un ser de agua y otro de tierra, fue el viento quien la sedujo desde el principio.

El Viento, con sus cambios inesperados, la transformaba en una simple cálida brisa y sin previo aviso la convertía en fuego líquido como la lava del volcán.

Y era a el, a quien echaba de menos, porque cuando no soplaba quedaba reducida a una llama apenas inapreciable consumiéndose lentamente como esas pequeñas velas de té.

Evaglauca


2 comentarios

LoLita -

demasiado viento puede estender el fuego, hacerlo fuerte, grandioso y poderoso...
pero también puede apagar la llama de una vela de te...

Gata Negra -

Que cuento tan triste. Me gusta porque es aplicable a cualquier historia de cualquier persona. A la mia también.