CRÓNICA DE UN VIERNES CAÓTICO
Hay días en los que me levanto con dos pies izquierdos, y uno de esos fue el viernes, además, a mi despertador se le olvidó el pequeño detalle de despertarme, cosa que hizo que fuese de cráneo para conciliar mi higiene personal, y mi deber de llegar a las nueve a la oficina.
La mañana transcurrió con más pena que gloria, pero pensé, da igual, por fin es viernes, y nadie me va a privar de una de mis sensaciones favoritas, que es, salir por la puerta de la oficina y pensar que no volveré en dos días.
La salida del cole fue perfecta, y entonces dije hacia mis adentros-bueno parece que el día se va enmendando-.Así que una vez en el parque mientras los peques se divertían con sus amigos, nosotras, las madres pasábamos el rato hablando sobre nuestros vástagos,entonces como salido de la nada un siervo de Alá, con muy poca sed, cerveza en mano, pitillo en comisura labial y un andar tambaleante, se dirigió hacia mí. OH no , por dios , porqué como halla un bicho raro a un kilómetro a la redonda se dirige a mí- Y allí estaba yo, intentando deshacerme lo más educadamente posible de un tipo al cual , casi no entendía, y que cada vez estaba más peligrosamente cerca, así que en un ataque de hasta aquí hemos llegado le suelto, -perdona, pero si no te importa estoy charlando con estas amigas, no tengo nada en contra tuyo, pero me estás molestando y hoy es el único día que tengo para hablar tranquilamente con ellas-. Nada como si oyese llover, es más, creo que mis palabras lo alentaron a seguir en su perorata, y cada vez lo tenia más pegado. A todo esto que las otras madres ya estaban atacaditas, y yo ya no sabia como ponerme y que decir para que me dejase en paz. Mi hijo mayor que contemplaba la escena desde el otro lado del parque decidió ir en busca de ayuda, así que no corto ni perezoso, se dirigió hacia los muchachos que llevan las ambulancias, -seria porque llevaban esos chalecos tan vistosos- y surgió efecto, los cinco vinieron hacia donde estábamos, para intentar disuadir, a quien a esas alturas del partido, ya me había empujado dos veces y me seguía por todo el parque como si quisiera convencerme de que yo era la persona más afortunada del universo y el sufría alguna maldición divina que le había dejado sin nada.
En cuanto vio acercarse a los ambulancieros empezó a decir, -yo solo querer hablar, con ella, ella buena vosotros malos-. En fin, que al final lo disuadieron y se fue calle abajo, maldiciendo su suerte, y yo me quedé allí dándole las gracias, a los chicos de los chalecos amarillos, y llamando a los niños para irnos a casa, porque me daba tanta vergüenza el incidente, que si hubiese podido desaparecer, a fe que lo hubiese hecho.
Al llegar a casa, aún me temblaban las piernas, pero intenté no pensar mucho en lo acontecido, porque aún quedaba mucho por hacer, pero al ir a darle a grifo, maldición, no sale agua,así que llamé a la Mina, donde me dijeron que hablase con el presidente de mi escalera, el cual estaba llamando al timbre en ese preciso instante, para decirme que la válvula que une el contador del agua había pasado a mejor vida, lo cual había provocado una leve inundación, y por eso había cortado el agua. Después de unos minutos de pánico reaccioné, olvidando , lavadoras por hacer, niños por bañar, invitados a cenar, y llamé a la compañía de seguros, la que amablemente me informó , hasta el sábado no podían enviar a nadie, y que seguramente si era una válvula no la cubría el seguro. En lo primero que pensé es como iba a llevar a mi hijo al partido del cole, si tenia que atender al fontanero
Al final todo se solucionó, mi hermana llevó a su sobrino al partido, el fontanero arregló la tubería por el módico precio de 150 , aún tengo que arreglar el timbre de mi casa, que está fundido, porque debido a la fuga de agua debieron llamar unas mil veces, para localizarme, mientras yo disfrutaba de una hipotética, plácida tarde de vienes en el parque con mis hijos.
Evaglauca
5 comentarios
noelia -
evaglauca -
Toni -
Si te sirve de algo aún que damos algunos elementos templarios, monjes-guerreros, que a parte del voto de castidad y el de pobreza hemos jurado defender a los indefensos cristianos de Tierra Santa, aunque nos superen en número.
Sir Anthony Lazzare.
Lebana -
María -
Y encima, vas y ligas. Y "tu buena, ellos malos", je je je