MANIFIESTO COBARDE
Cuando se me otorgaron mis dones, que como mínimo son tres, se olvidaron del valor,
Valor, para enfrentar la batalla diaria que es vivir.
Así que como una alcohólica anónima, digo: me llamo fulanita de tal y soy COBARDE, puesto que cada vez que se me ha herido, ninguneado, y dejado en una esquina como se arrinconan los muebles viejos, en vez de alzar mi voz y reclamar mi espacio he pensado, que no merecía la pena luchar con quien tiene ese concepto de otro ser humano. Y creo que en muchas ocasiones callé cuando debí hablar y en otras harté a palabras a todo aquel que con un gran estoicismo quiso escucharme, pero en ningún caso actué.
Eso sí, ya que no me pusieron el valor en mi saquito de actitudes, ni habilidad (que mira que soy torpe de narices) y por supuesto clarividencia o un sexto sentido (que me hubiese venido como agua de mayo para verlos venir y salir corriendo) los Dioses que son unos cachondos metieron en mi cajita de recursos la PACIENCIA (que dicen que es una virtud, pero yo no lo tengo muy claro) la PERSEVERANCIA (o dígase cansinismo, porque como se me meta una cosa en la cabeza una mula a mi lado es dócil), y el otro don o se lo olvidaron, o es como el los comics de súper héroes aparecerá para salvarme cuando menos me lo espere.
Aquí me hallo encomendándome a la Virgen del Socorro, para que no se cruce ningún vampiro emocional o bicho raro que decida invadir mi territorio, porque como no sea por aburrimiento no voy poder echarlo de esta, ,mi tierra. Aunque por otra parte, como de todo se aprende, ya casi se, más que lepe, además como paciencia y ganas de intentar ser feliz no me faltan , tal vez algún día lo consiga y sea una cobarde redimida que en cualquier caso lo prefiero a un héroe muerto en combate.
Evaglauca
5 comentarios
Toni -
Cuantas veces me he caído tanto por cobarde como por temerario, en las infinítas ocasiones cotidianas donde la vida nos obliga a sentarnos en ese extraño artilugio como si de pequeños infantes se tratara, pero sin la posibilidad de llorar ni de escapar.
Puestos a escoger prefiero caer por temerario que por cobarde. Cómo dice mi Sihan, maestro de kárate Goyu-Ryu, en la vida como en las artes marciales, si caes al suelo del dojo, aprendes a levantarte y si no puedes tú sólo alguien te echará una mano.
Hoy en día yo he aprendido a creer tanto en los cobardes como en los temerarios, porque, si perdemos la esperanza, si perdemos la confianza en los demás, quizás ya hemos perdido todo. Porque no podemos esperar que los demás sientan hacia nosotros lo que nosotros no sabemos sentir hacia los demás... Ozú que lio...
Eso sí poco a poco, ojo avizor, tanteo, mucho, muchísimo antes de entrar en cualquiera de los envites o combates pacíficos que nos impone el espejismo de la vida, igual que en el kumite (combate en artes marciales) saludo primero con respeto a sumisión inclinando ligeramente la cabeza, pero siempre, mirando a los ojos, porque a pesar de todo, aunque confies en el que tienes enfrente, siempre puede aprovecharse de esa misma confianza y aplicarte un impresionante oi-shuki a la nariz justo cuando tu esperas confiado su recíproco saludo.
Que delirio... la vida y que pasión se destila cuando entre unos cuantos aspirantes a poetas, desgranamos los dulces y ocultos frutos que nos ofrece...
Gracias por dejarme entrar en este Parnaso, Arca de Noé literaria, rincón de Hadas, fórum de los sueños...
Un abrazote...
María -
Mira que te gano...
No conozco a muchas personas más cobardes que yo, aunqu, como las meigas, haberlas haylas.
Porque, como los perros, tengo que darle mil vueltas a las cosas antes de echarme a dormir. Y cuando me decido, me muero de miedo.
Pero más vale ser una cobarde viva que una valiente muerta, ¿no?
No me suelen caer muy bien los heroes. Básicamente porque nunca me los he creido...
Lebana -
Un beso guapa
evaglauca -
PDF -
Efímeros intentos de amor con desatino,
me legaron mil dudas una tarde sombría,
pintaron gris oscuro las lindes del destino
que juntos caminamos y un día nos unía.
Rota ya la esperanza de navegar contigo
por el mar de tus sueños, y con ellos de guía,
apagado ya el llanto de no sentir tu abrigo,
noté amargo el silencio, y mi vida vacía.
Después de la tristeza que provocó tu olvido,
de atesorar engaños, vilezas, cobardía,
después de darlo todo, sin ser correspondido,
se declara mi espíritu por fin en rebeldía.
Paciencia no me falta, para alcanzar mis sueños,
y la perseverancia me ayuda en mis designios,
la avaricia no me ata a rufianes ni dueños,
soy alma luchadora y defiendo mis dominios.
Reuniendo el valor, rehago los diseños
de una vida que aparte a vampiros y a nimios,
acepto la sonrisa de unos ojos risueños
y obvio diez mil consejos que no atienden los míos.
Superadas ya etapas de angustias y de miedos,
dando un salto adelante, con el alma insurgente,
para dictaminar como seguir mis credos,
redacto un manifiesto con título valiente.
PD.- Al final no te faltará valor, por que te sobran valores.
Reflexión - Si la virgen del socorro ha sido testigo mudo
de infortunios, sin actuar, quizás sea mejor encomendarse
a la virgen del remedio.