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SOÑANDO CON HADAS

LIBROS CON ALMA

Entre las páginas 112 y 113 de mi libro favorito, unas palabras bailan formando un verso como este;


Oye un ruego, Ishtar,

Luna de los Amantes.

De quien no sabe dar

Enséñame a recibirlo todo.

De quien no sabe abrirse

Hazme llenar….

(pag, 112 )



Unos parágrafos adelante, en la siguiente hoja una descripción sublime  se desliza entre las pupilas del lector que ávido de seguir adelante, devora una a una las palabra con las prisas de la pasión.


Ya respiraba tranquilo y la sacerdotisa le notó contemplándola por primera vez. El muchacho descubría la lisura de los cabellos femeninos graciosamente recogidos, la delicadeza del rostro, el cuello que lo sostenía como un tallo a una flor, el cuerpo pequeño pero exquisitamente formado, con senos apuntando bajo la túnica y caderas ostensibles. La mirada se detuvo en la sandalia ritual y luego volvió a subir recorriéndola como en una caricia, saboreando el descubrimiento. Los ojos ya no eran sólo risueños; relumbraban vida.

(pág. 113. Del libro La  vieja sirena del autor José Luis de Sampedro)


Siempre estaré agradecida a la persona que me recomendó este libro, bueno este y muchos otros, pero este en especial, porque me tuvo cautiva del principio al fin, y de vez en cuando vuelvo a sus páginas abriéndolo al azar, y aún soy capaz de emocionarme.
Gracias Mari por tus sabios consejos, y por supuesto , gracias al destino por forjar un alma tan magnífica como la de José Luis de Sanpedro, y otorgarle el don de la palabra, que esgrime con maestría, sabiduría, talento, solidaridad, y un millón de adjetivos que quedaría cortos.

Evaglauca

LA TERNURA DE LOS LOBOS

 

Es el título del libro que me ha entretenido, en las horas donde el sol no ha permitido otra cosa que dormir la siesta delante del ventilador o la inmersión en un libro.

Reconozco que lo elegí porque unía dos de los conceptos que más amo la ternura y la idea de de lo salvaje y la libertad que para mi representan los lobos.

Me llevó muy lejos en el tiempo y en el espacio, mostrándome un Canadá indómito donde los colonos luchaban por tener un lugar en condiciones muy adversas.

Estuve en vilo,  porque las hojas serpenteaban entre, las emociones y la intriga de averiguar el autor de un asesinato, que solo es una escusa para explicar un universo de sentimientos, unos más lícitos que otros enfundados en unos personajes que los reflejan de un modo perfecto.

 

Evaglauca

Cumbres Borrascosas

Cumbres Borrascosas

Recuerdo que la primera vez que vi la película tenia catorce años, y mi alma tiritó de emociones que no conocía , más tarde mi curiosidad me llevó al libro y su impacto en mí , no fue menor, porque a pesar de no haber amado pude reconocer en el, ese sentimiento  llevado a territorios inhóspitos.

 

Hoy casi dos décadas después, volví a ver la versión más actual protagonizada por un regio Ralph Fiennes y una fabulosa Juliete Binoche, y la amalgama de sentimientos fue tan grande que tardaría horas en relatar aunque ahora sí que puedo reconocer las emociones de las que habla.

Os dejo mi fragmento favorito de la obra de Emily Bronte 

-¡Cati! ¡Vida mía! ¿Cómo podré soportarlo?-fue la primera frase que dijo en un tono que no intentaba disimular su desesperación. Y la miraba con tal interés que pensé que la misma intensidad de la mirada traería lágrimas a sus ojos: ardían de angustia pero no se humedecieron.

-¿y ahora que?-dijo Catalina, devolviéndole la mirada con un súbito ceño ensombrecido: su humor era una verdadera veleta, tan constantemente variaba de capricho-.Tú y Edgar me habéis destrozado el corazón Heathcliff. Y ambos venís a mí a lamentar el hecho como si fuerais los necesitados de compasión. Pero yo no la tendré no . Me has causado la muerte, de lo que creo que te has regodeado. ¡Qué fuerte eres! ¿Cuántos años piensas vivir después de que yo me haya ido?

Cumbres Borrascosas –Emily Brontë

 

 

 

 

 

En un día como hoy del año 1952, Ernest  Hemingway   vio como su libro El viejo y el mar salió a la luz. Yo me encontré con él a los catorce años en el mueble de casa, y recuerdo que me marcó de esa manera que lo hacen las palabras tejidas por los grandes maestros.

Os dejo un fragmento pequeñito

-Pez-dijo dulcemente en voz alta-,seguiré hasta la muerte.

“Y él seguirá también conmigo, me figuro “pensó el viejo, y se puso a esperar que fuera  de día .Ahora, a esta hora próxima al amanecer hacía frío y se apretó contra la madera en busca de calor.”Voy a aguantar tanto como él”, pensó. Y con la primera luz el sedal se extendió a lo lejos y hacia abajo en el agua. El bote se movía sin cesar y cuando se levantó el primer filo de sol fue a posarse sobre el hombro derecho del viejo.

(El viejo y el mar-Ernest Hemingway)