A veces creo que tengo alma de esponja, me encanta absorber todo lo que me rodea, dejándome inundar por sensaciones, emociones, información, pero por un extraño efecto columpio toda esa información deja un gran vacío para luego volver a empezar, con la esperanza de que algo quede. Andaba yo escribiendo esas revelaciones en mi cuaderno cuando una sombra se planta delante de mí, y me pregunta:
-¿Cuál es tu infierno?
-¿perdona? Digo de un modo reflejo, y al hacerlo descubro los ojos negros en harmonía con la sonrisa más seductora que he visto en mi vida.
¿Qué cuál es tu infierno? Porque el mío seria salir de aquí sin saber tu nombre.
Entonces empiezo a notar el calor, que va subiendo desde las uñas de los pies cogiendo impulso hacia las mejillas, y ruego a Dios,- por favor, por favor, por favor - que el rojo no me inunde. Pero ya es demasiado tarde a esas alturas del partido mi cara podría guiar a un barco perdido en un banco de espesa niebla.
Así que reuniendo todo el valor del que soy capaz , alzo la vista lo más dignamente que puedo, y observo con sorpresa que mi color de mejillas lejos de pintarle una sonrisa de victoria a coloreado su rostro con la misma intensidad que al mío. Entonces sin saber cómo respondo.
-Mi nombre es Eva, y ahora mismo mi infierno sería no darme la oportunidad de conocer el tuyo.
Evaglauca
3 comentarios
Gata -
Un besito!
Evaglauca -
Un beso
Un beso
Gata -
Un besito, y aparte de conocer a esa persona, dejate conocer tu, que eres un ser maravilloso!