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SOÑANDO CON HADAS

A veces me siento como un niño que lleva los bolsillos repletos de piedras para enfrentarse al mundo, que se me antoja como un soldado armado hasta los dientes defendiendo un territorio que nunca fue suyo.

Tiro las piedras con todas mis fuerzas, con el convencimiento de que así, podré alejar el miedo en cada lanzamiento.

Al final caigo exhausta, rendida ante la evidencia de que las batallas no se ganan ni con piedras ni con sentimientos. Sobre todo cuando a quien se le arrojan, ni escucha ni se plantea otra cosa, que no sea seguir siendo dueño de un territorio que cree que le pertenece.


Entonces, cuando la batalla termina mis bolsillos están vacíos, y mi alma llena de piedras.

Evaglauca

2 comentarios

Arual -

¿No será que luchas contra ti misma?

Lebana -

“Con tus piedras hacen ellos su pared”
Es imposible hacer pensar a quien no piensa.

Un beso