A veces, el vacío es tan grande que lo ocupa todo, sin dejar hueco ni tan solo a la esperanza. Entonces lleno el espacio de pequeñas cosas para no sentir el frío de la nada, cosas sencillas, como una sonrisa, o una mirada que te regala un grato reflejo, el color del cielo de este noviembre melancólico, una canción que evoca un recuerdo, el aroma de la taza del café del desayuno (hummm, como me gusta el olor a café recién hecho) y así me olvido de ese vacío tan lleno de cosas buenas.
Evaglauca
2 comentarios
evaglauca -
Gata Negra -