Carta a Peter
Hace tanto tiempo que no te escribo, menos mal que en Nunca Jamás el tiempo lleva otro ritmo, y para ti seguramente habrá sido un santiamén.
Hoy ha venido a mi mente la primera vez que te me tomaste de la mano y me enseñaste a volar, desde ese momento siempre he guardado la esencia de ese instante, para escapar cuando las circunstancias son demasiado tristes.
Reconozco que me he arrepentido alguna vez , de haber dejado Nunca Jamás por el Aquí y Ahora, pero decidí y tengo que asumir las consecuencias, he aprendido a reconocer a niños perdidos, a piratas, sirenas, e indios y todos ellos forman parte de mi círculo más cercano, todos ellos aprendieron a volar contigo, o en las páginas de tus aventuras.
Dejo esta carta en el hueco del viejo sauce como de costumbre, con una bellota y unos cuentos de aventuras en alta mar para que se las expliques a los chicos, también he dejado un pedacito de terciopelo para campanilla, se que le gusta su tacto.
Debo despedirme una vez más con un hasta pronto, espero recibir noticias de todos vosotros.
Un beso
Wendy