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SOÑANDO CON HADAS

San Jordi

Veintitrés de abril, uno de sus días favoritos, porque la ciudad se llenaba de dos de las cosas que más le gustaban en este mundo, libros y flores, además eso le confería al gris habitual del asfalto unos colores diferentes, engalanándolo por un día como a una princesa a la que San Jordi , rescataba del temible dragón del tedio gris.

No podía apenas disimular la ilusión, de compartir por primera vez un día tan especial, estaba convencida de que el destino se había aliado con la realidad para pintar un día que ya nadie podría arrebatarle.

Evaglauca