A veces hay escenas de películas, que llegan al alma y otras todo el film te envuelve en una especie de montaña rusa de sentimientos donde se mezcla, lo vivido con lo que se está visionando. En hora y media, compartes tu vida con una historia que sale de una pantalla que aunque inerte, te hace darte cuenta de lo viva que estás, a pesar de los pesares.

Eso me pasó ayer viendo La vida de los Otros, y como me dijo quien me la recomendó, quien es bueno es bueno a pesar de todo y quien no…

Y yo que mantengo la fe en el ser humano, creo que en este mundo existen muchas personas anónimas que con su forma de estar en el mundo, bien se les podría dedicar La Sinfonía para un buen hombre.

Evaglauca

1 comentario

[Arual - 20 de noviembre de 2007 - 14:33]

Es una pena tener que darte cuenta de lo que tienes o no, comparándolo con lo que poseen los demás. No hacemos más que mirarnos el ombligo sin disfrutar de la persona/s que tenemos al lado, que seguro nos aportaría/n muchísimo. No creo que sean necesarios micrófonos ni cámaras para querer desear lo ajeno, ya que envidiamos hasta la forma de caminar de cualquiera, sólo porque nos parece diferente a la nuestra, sin caer en la cuenta de que nosotros y cada uno de nosotros, somos diferentes y todo lo hacemos de una manera distinta.
Y sí, hay personas buenas, claro está, pero es que hay algunas a las que se les tienen que desgarrar las capas que con el tiempo han ido cubriendo esa alma, que se intuye, está en el interior. Nos da miedo decir y demostrar cómo pensamos, como sentimos, porque no nos autoconvencemos de que somos válidos, seamos como seamos.